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Foto del escritorLorraine Ciudadella

El Palacio de la Ópera en Paris y el estilo que estremecería al mundo




Cuando la emperatriz Eugenia miró la construcción del proyecto para la nueva Casa de Ópera de París, que sería además, la sede del Ballet y de la Real Academia de música de Francia (por tanto, uno de los recintos en su especie más relevantes del mundo), se estremeció. El edificio atosigado de detalles con referencias clásicas, neoclasicas, renacentistas y hasta barrocas, le provocaron a la emperatriz exclamar intrigada:

 

¿¡Qué estilo es este!? —¡Es el estilo Segundo Imperio, señora! Contestaría Charles Garnier, arquitecto autor del proyecto.




El estilo, novedoso en su momento, pero que trascendería en el tiempo como “Beaux Arts” por el estudio y promoción de este desde la Academia de las Bellas Artes de París incluso hasta bien entrado el siglo XX con sus respectivas maduraciones, marcó un precedente en la arquitectura y mobiliario internacional, no tanto por el hecho de mezclar tantas épocas juntas, sino por el de traer al presente gestos de antiguas y gloriosas civilizaciones. De hecho, desde la academia se fue “limpiando” y perfeccionando con el tiempo, trascendiendo entonces como “academicista”, “academicista francés” o hasta “historicista”.


Y como es bien sabido, a Napoleón lll —el príncipe-presidente-emperador— y a su esposa Eugenia, española de nacimiento, les fascinaba la idea de ser punteros en algo nuevo para el mundo, sobre todo en algo que trascendería su legado personal y que tuviera aires de nobleza.


El autor Charles Garnier, fue elegido de entre muchos a través de convocatoria, siendo el suyo el diseño ganador por unanimidad en la segunda ronda del jurado. Tenía apenas 35 años de edad.


Ahora conocido como Palacio Garnier, comprende una superficie de 11 000 m². Tiene una capacidad para aprox 2200 espectadores y en el escenario pueden converger hasta 450 artistas simultáneamente. Su construcción tardó 15 años en concretarse.


Al acceder por el vestíbulo general, puedes contemplar entre otras cosas como vidrieras, frisos y murales, una galería de esculturas monumentales de personajes como Lulli, Gluck, Rameau y Haendel.





Luego, pasarás por la Rotonda de los abonados, otro vestíbulo de forma circular “sencillo” (atención a los mosaicos del suelo) que te llevará a la Cámara Pythia, que es a su vez otro vestíbulo-remate, coronado por dos escalinatas curvas, llenas de detalles que atraparan tu atención.


Sin embargo, estas te conducirán a uno de los lugares-momentos-hito, mas icónicos del Palacio: La Escalera Principal: Una escalera laberinto dotada de balcones en diferentes niveles, en dónde podrías perderte horas admirando cada detalle en piedra, escultura, mural, candelabro y hasta mosaico.




Subiendo por la escalera a una de las galerías, te encontrarás con el Grand Foyer: El Vestíbulo principal, o mas bien, el de los invitados VIP, en donde se encontraba la alta sociedad de París (y del mundo) durante los intermedios de las obras, que, sin duda, tiene una referencia directa al Gran Salón de los Espejos del Palacio de Versalles. En este vestíbulo, encontrarás un busto de Charles Garnier.





Si te interesa lo esotérico, te recomiendo: En el mismo nivel de este vestíbulo principal, en las galerías adyacentes encontraras, de un lado: Solarium, un salón dedicado al sol, con fondo negro y rayos en lamina de oro, con un mural en la bóveda en dónde están pintados una figura de dragón y salamandra...


Del otro lado, encontrarás el Lunaruim, dedicado a la luna, con fondo negro y radiales plateados brillantes, en cuyo mural se representan figuras nocturnas como búhos y murciélagos.



La Sala Principal de espectáculos, con forma de herradura, muy a la italiana, no es casualidad: Tiene la misión de que los asistentes puedan desde los palcos, ver ¡Y ser vistos!


En la bóveda del techo cuelga un candil de 8 toneladas y está cubierta en su totalidad por un mural encargado a Marc Chagall (Leí que originalmente había uno llamado “El triunfo de la Belleza” de Eugene Lenepveu, y que quedó abajo escondido, puesto que la obra de Chagall está en realidad sobrepuesta sobre unos paneles desmontables, en un esfuerzo de modernización de la década de los 60’s)





Lo cierto es que ni la emperatriz Eugenia ni Napoleón III pudieron ver culminada la obra, pues a pesar de su popularidad, algunos desaciertos del emperador que incluyen la humillación tras el intento del ejercito francés de invadir México durante la Batalla de Puebla aquel año histórico de 1862, y la Guerra Franco-Prusiana en la que el país perdería mucho mas que su dignidad, trajeron a Francia la Tercera República. Estos procesos interrumpieron la obra en varias ocasiones, y sería hasta el periodo del presidente Mac-Mahon, segundo presidente de esta nueva república, en el que el recinto de la ópera al fin fuera inaugurado.






Dos curiosidades y contradicciones marcaron la noche de inauguración Por un lado, uno de los invitados de honor a la gala sería Alfonso XIII, rey de España (y eso que se suponía estaban hartos de la nobleza). Por otro, Charles Garnier no recibiría invitación al evento, por lo que tuvo que pagar su boleto de 120 francos, más el de su esposa, por su propio palco en la segunda platea ¿Contradicción?




Es decir, el Palacio Garnier fue promovido durante el Segundo Imperio como parte de la agenda Haussmaniana que deseaba modernizar París y convertirla en el modelo a seguir del mundo, pero fue finalmente estrenado por la Tercera República en medio de tiempos tumultuosos e indecisión sobre el carácter del destino político del Francia.


Y tal vez sería esta la clave por la cual el estilo “Segundo Imperio” trascendería en el tiempo, pues evolucionó constantemente, mucho más allá de atascarse en un solo personaje empeñado en emular siempre la idea imperialista-anticuada-pomposa, al contrario, ajustándose cada vez a las ideas de sus respectivas actualidades, sin soltar el hilo de la historia antigua y las grandes civilizaciones que siempre buscó exaltar.



Aunque para grandes teóricos, el estilo Segundo Imperio es una cosa muy distinta del estilo Beaux Arts es difícil para mortales como yo, no asociarlos. A mi ver, uno es la consecuencia del otro y no podríamos entender el uno sin el otro.




Ya no se diseña ni construye en este estilo. Más tarde vendrían el Modernismo, el Funcionalismo y hasta la Arquitectura Emotiva, y con el tiempo hemos entendido que en el diseño no a todas las eclecticidades les va bien, pues pueden parecer caprichos imprudentes, carentes de contexto, información y conocimiento. Pero al Palacio Garnier, la eclecticidad en su contexto, la va perfecto.




Aún si no vas a una función de ballet u ópera, si estás por la ciudad, la visita a este sitio es imprescindible. Y aunque al día de hoy la sede oficial de la compañía de Ópera de Paris se encuentre en otro espacio geográfico en la zona de la Bastilla, mucho más moderno, pero igualmente magnánimo; en los corazones de los parisinos, el hoy oficialmente llamado “Palacio Garnier” es nombrado sencillamente como “La Ópera”.


 

GUÍA DE VIAJE:

  • El Palacio Garnier está abierto al público todos los días de 10:00 a 17:00 horas (venta de boletos en taquilla de 11:00 a 16:00 horas). La última entrada es una hora antes del cierre.

  • Sin embargo, te recomiendo ENCARECIDAMENTE comprar tu boleto previamente vía online: Este es uno de los sitios mas visitados no solo de París, sino del mundo, por lo que no importa en qué época vayas, siempre hay una fila enorme para la taquilla, y aunque el cierre de esta es las 16:00 hrs, en esta visita que hice, desde las 15:30 hrs pude notar como staff del palacio, amablemente, se acerco a quienes esperaban en la línea y les recomendaron regresar a casa porque sería prácticamente imposible entrar: Siempre hay preferencia para quienes tengan su boleto previamente adquirido, y el palacio tiene una capacidad restringida de personas que pueden visitarlo simultáneamente.

  • El boleto lo puedes llevar en tu celular (no es necesario que lo imprimas) y lo adquieres en la pagina oficial en ESTE apartado: https://www.operadeparis.fr/en/visits/palais-garnier (No confundir con el apartado de los tickets para las funciones). No te asustes, por seguridad tienes que hacerte un Usuario y Contraseña que debes confirmar desde tu correo electrónico: Es normal.

  • En algunas ocasiones, debido a montaje de óperas y ballets, o incluso por organización de galas a beneficio, el palacio permanece cerrado a visitas (sucede muy seguido) por lo que te recomiendo antes de organizar tu visita, revisar el calendario de eventualidades en: https://www.operadeparis.fr/en/visits/palais-garnier

  • Accesibilidad Universal ❤️ - Se ofrecen visitas especialmente diseñadas para visitantes ciegos o con discapacidad visual o auditivas, apoyados por una tableta tipo iPad que se alquila ahí mismo por un precio adicional de 6,50€. Se reserva también en el sitio oficial del palacio. 

  • Estaciones de Metro que te llevan al Palacio: Estación Ópera (lineas 3, 7 y 8), Estación Chaussée d’Antin (líneas 7 y 9) y Estación Madeleine (líneas 8 y 14)

  • EXTRA- Si saliendo del paseo buscas en donde comer o cenar, te recomiendo cerca del rumbo el Grand Café Capucines, un lugar igual de icónico en Paris, con mucha historia y elegancia, en dónde puedes comer basto y rico, un menú-formula que te incluya Entrada y Plato Fuerte, o Plato Fuerte y Postre por 18 Euros. Los platos son abundantes y el servicio es excelente y amigable, incluso si no hablas francés.

Bon voyage!



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